La tierra que escuchó mi primer llanto,
es la paleta tibia de cálidos trazos,
con la que un genio llamado Pablo,
expresaba la pasión que le provocaban sus encantos.
La tierra que escuchó mi primer llanto,
es esa dulce mocita que a los pies de Gibralfaro,
peina suspiros de desamores pasados,
soñando con el dia en el que pueda vestir de blanco.
La tierra que escuchó mi primer llanto,
es templada posada que abriga al visitante,
y son tales el candor y el arte que irradian su cobijo y su candela,
que a su pecho el forastero siempre regresa exultante.
La tierra que escuchó mi primer llanto,
me arropó una tórrida madrugada de estío,
y con La Manquita y el Gálvez por testigos,
me susurró una nana al oído con la que soñé,
que había nacido en la Ciudad del Paraíso.
jueves, 2 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarMagnifico Antonio , gracias
ResponderEliminar