lunes, 11 de abril de 2011

LOS BAÑOS DEL CARMEN, OKUPADOS

El 16 de abril de 1918, los Baños del Carmen vinieron al mundo sobre los restos del Monte San Telmo, al calor del esplendor industrial y comercial que irradiaba la Málaga de la época. Concebidos como complejo de ocio para la élite de la sociedad malagueña, en ellos por vez primera pudieron compartir chapuzones, miradas, y algún que otro coqueteo los malagueños y malagueñas de los felices años veinte, libres al fin de las odiosas esteras con las que los prejuicios sociales de aquellos entonces les amargaban los baños en el mar. Pues bien, hoy día ya no queda nada de aquella grandeza. Los Baños del Carmen no son ni la sombra de lo que un día fueron y significaron para nuestra ciudad. Hace años que fueron dejados de la mano de la clase política, que los condenó al más inmerecido de los olvidos.
El diario ABC recoge hoy en su página 46 una noticia que a los malagueños de bien nos debe llenar de tristeza el corazón. Parece ser que desde un tiempo a esta parte, un cada vez más nutrido grupo de okupas, acampa a sus anchas sobre los terrenos del antiguo camping, hacen sus necesidades donde el cuerpo les aprieta, apestando el ambiente con el hedor de sus deposiciones, y no dudan en mendigar a los malagueños y visitantes que todavía tienen la osadía de seguir disfrutando del pésimo estado de sus maltrechas instalaciones. Y por si todo esto no fuera poco, se enfrascan en riñas y peleas para las que no escatiman el uso de armas blancas, con la consiguiente inseguridad para la ciudadanía de sus alrededores. Espectaculo bochornoso y lamentable que las retinas y las pituitarias malagueñas no merecemos soportar.
Hace unos meses el Ministerio de Medioambiente anunció un plan para rescatar el complejo, no sé si porque ya no sabe dónde esconder su vergonzosa incompetencia o por la proximidad de los comicios del 22 de mayo, créanme, la causa del dudoso efecto que pueda tener dicho plan es la segunda, no la primera. Aquí me parece que no hay casualidades, lo que hay es una evidente causalidad, y tras el varapalo que a buen seguro se llevaran los socialistas cuando termine el recuento de votos allá por la medianoche del día 23, ese proyecto de recuperación quedará en papel mojado. Mientras la Casona del Parque tiña de azul popular, nos podemos ir olvidando de la restauración de un enclave tan significativo para nuestra Málaga. A no ser que el próximo inquilino de la Moncloa llegue a lomos de una gaviota.

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