sábado, 26 de febrero de 2011

LA AUDIENCIA JUSTIFICA LOS MEDIOS

Anoche en el programa La Noria pude contemplar, eso sí esforzándome para contener las arcadas, el documento videográfico en el que la mujer de Santiago del Valle confiesa que fue su marido quién acabó con la vida de la pequeña Mari Luz Cortés, aunque "accidentadamente", palabro que repitió en varias ocasiones, adverbio imposible de encontrar en el diccionario, y con la que vuelve a posicionarse en su declaración inicial, lo que perjudica sensiblemente a la bestia de su cónyuge. Si hubiera sido otra cadena la que le hubiese hecho y difundido esa entrevista con la que se logra arrancar tal confesión, mi inocente alma de cántaro igual podría haber mordido el anzuelo, pero viniendo de quién viene, el montaje se ve a leguas de distancia. Dada la trayectoria de la cadena amiga desde su creación a principios de los noventa, la pionera de lo que hoy se conoce como telebasura, la que no para de verter bazofia catódica desde su parrilla a mayor gloria del escaso nivel cultural de una buena parte de sus televidentes, de los que con descaro subestima día a día su coeficiente intelectual, rayando en ocasiones el insulto a su mucha o poca inteligencia, no puedo evitar que toda esa experiencia acumulada provoque que la opinión que me merece la noticia sea la que es. Y cuál es?, se preguntarán, pues la que sigue.
Qué puede esperarse de un medio de comunicación que considera que todo lo que se haga para tener audiencia bienvenido sea y estará siempre justificado, importándole una higa la ética periodística, si con ello consigue jugosos contratos publicitarios gracias a los cuales puede contratar a profesionales de la información sin escrúpulos a los que única y exclusivamente les importa los muchos ceros a la derecha que contiene su nómina cada final de mes. Qué más puede esperarse de un medio de comunicación que gracias a lo anterior no para de engondar su cuenta de resultados para poder así continuar emitiendo mierda sin ton ni son con la que calma el apetito de unos espectadores a los que en el fondo desprecia pero que necesita que permanezcan pegados a sus televisores para que todo este circo no suspenda sus funciones. No podemos esperarnos más que cosas tan lamentables como este video.
Si esta señora quería desdecirse por no sé sabe qué motivos o razones, si por necesidad de quitarse un cargo de conciencia que le hacía insoportable la vida o por necesidad de saldar viejas deudas con su esposo movida por un irrefrenable deseo de venganza, nadie lo sabe. Ahora bien lo que sí está meridianamente claro es que si quería inculpar al presunto criminal delante de la opinión pública, debería haber convocado una rueda de prensa, pero claro si hubiera actuado de tal forma ni un sólo euro le habría entrado en el bolsillo.
Desde ayer la televisión de Vasile ha quedado vetada en mi humilde morada. Como Telecinco da fácil pié a la famosísima y manida rima, pues por ahí se la puede meter el italiano. Con su pan se lo coman.

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