sábado, 2 de abril de 2011

ALTO VOLTAJE

En el mercado laboral de hoy día se valora mucho más la cuna que el curriculum. Si tienes padrino, estas bendecido. De muy poco sirve haberse labrado una excelente hoja de servicios dedicándole horas y horas de tu vida a la formación, y una vez dentro de una empresa, de casi nada te vale haberte desvivido por ella entregándole buena parte de tu vida personal a una causa que crees tuya y no te das ni cuenta de lo sumamente equivocado que estás. Ese vivir por y para tu empresa nunca te lo agradecerán, ni lo te tendrán en cuenta, y encima muchas veces ni te remuneran ese cupón extra que te robas a tí a tu familia. Desgraciadamente, se tienen en cuenta otras virtudes, que son de vital relevancia para el desempeño, tales como la de ser hijo de, hermano de, o primo de, o ser de la cuerda política de tu superior de turno. Así le va a un importante porcentaje de nuestro tejido empresarial por colocar en puestos de responsabilidad a quién no tiene la suficiente valía para ello. Pocas cosas hay peores que darle un carguillo a un pardillo. A ver si se van enterando que cualquiera no puede ostentar la responsabilidad de un puesto ejecutivo.
Los departamentos de Recursos Humanos, o mejor sería decir Inhumanos, por las lamentables políticas de personal que ejercen la inmensa mayoría de empresas privadas españolas, no son más que simples floreros que suelen pintar muy pero que muy poco a la hora de seleccionar trabajadores, meros figurantes de una comedia en la cual los profesionales cualificados que tienen la desdicha de no ser ni familiares ni amigos de nadie, y mucho menos comulgan con la ideología política de aquellos que eligen a dedo, quedan relegados a puros convidados de piedra que destinan a puestos para nada acordes con su demostrada valía profesional, condenándolos a la frustración profesional y a veces hasta a la humillación, no sólo laboral, sino también personal.
Las víctimas de este nepótico enchufismo suelen acabar quemadas no, achicharradas por esta lacerante injusticia que día tras día les amarga algo tan importante para un ser humano como es su vida profesional, y como almas en pena, cada mañana al llegar a sus respectivos puestos de trabajo, están deseando que el reloj les marce la hora de salida, respirando aliviados al saber que ya les queda un día menos de condena.

1 comentario:

  1. Hola Juan Antonio: Hoy he escrito una página de Blog, complementaria a esta tu página. El tema es el mismo, el terrible mobbing, la forma de combatirlo, perderle el miedo, y buscar ayuda profesional. Con un informe en mano del psicólogo (que se recomienda), pasas a la siguiente etapa que es denunciar y demandar. Se recomienda los sindicatos para denuncia y demanda. También puedes amenazar con el informe a las personas objeto de la demanda.

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