viernes, 7 de junio de 2013

375 EUROS

Dicen que quién avisa no es traidor. Las redes sociales se hicieron eco de ese aviso, en el que daba a conocer lo funesto de la idea que desde hacía un tiempo le venía rondando por la cabeza. Despertó la semana con un trágico suceso que a los malagueños hizo que se nos helara el alma, a pesar de que estemos disfrutando ya de temperaturas propias del cálido verano que no tardará en llegar. No iba a ser una mañana normal y corriente, de esas que no guardan grato recuerdo en la memoria por tener la mala suerte de caer en lunes. En la Delegación de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, un joven de 36 años llamado Leandro, decidía rociarse el cuerpo de gasolina desde la cabeza a los pies, y acto seguido, prenderse fuego sin la menor vacilación, para horror de los allí presentes. La desesperación que Leandro sufría desde hacía meses por haber perdido una mísera pensión de 375 euros, provocó que perdiera la cabeza y acabara por querer quitarse la vida de tan horrenda manera, pues no merecía la pena vivir la vida que le había tocado en suerte sufrir.. Sobre todo si uno no dispone ni para satisfacer las mínimas necesidades básicas de todo ser humano.
Según informa la prensa, cinco años atrás, en 2008, Leandro solicitó, en la citada Delegación malagueña sita en Muelle Heredia, una pensión no contributiva por discapacidad alegando una serie de dolencias como artrosis, agorafobia, y problemas cervicales, a lo que la Junta de Andalucía, sí, la misma de los EREs falsos, dijo nones. Entonces Leandro decidió recurrir por la vía judicial, y el Juzgado de lo Social número 4 de Málaga, le concedió la prestación de 375 euros mensuales, que tantita falta le hacía y le sigue haciendo. Pero esto no acabó aquí, ya que la Junta de Andalucía, sí, esa misma que ha indemnizado con cientos de miles de euros a pesebreros de carnés socialistas en la boca, que en su puñetera vida han trabajado en las empresas beneficiadas por el llamado fondo de reptiles, un escándalo que si no es capaz de terminar cavando la tumba del socialismo andaluz, entonces los andaluces nunca tendremos perdón de Dios, por muchas penitencias que queramos penar; sí, esa misma Junta, elevó recurso al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que terminó fallando a favor del gobierno de Griñán, el pasado mes de julio. Ya saben que en España la separación de poderes es una falacia, así que el pobre Leandro tenía todas las de perder. Sin embargo, este joven no quiso darse por vencido y presentó apelación al Tribunal Supremo, apelación que lleva casi un año sin resolverse. Uno puede permitirse el lujo de esperar, cuando lo esperado tiene nuestro consentimiento para tardar en llegar. Pero cuando aquello que esperamos hace falta como el comer, por no decir para comer, la espera acaba por desesperar. Y la desesperación fue el verdugo que encendió la mecha para que Leandro quisiera desaparecer de este mundo. Así que allí donde haya un extintor, que siempre este en perfecto estado de revista, porque a buen seguro que esta persona no será la última que quiera quemarse a lo bonzo en protesta por tantas y tantas injusticias que esta crisis está cometiendo.

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