viernes, 11 de noviembre de 2011

DE QUIEN ES LA CULPA?

Ayer por la tarde cuando regresaba a casa en el coche después de haber ido a la peluquería para asearme barba, cejas y cabello, encendí la radio como suele ser mi costumbre antes incluso de arrancar el coche, y en una de las tertulias de actualidad de uno de los programas radiofónicos nacionales de mayor audiencia en la franja horaria de la tarde, escuché la siguiente frase, pronunciada por una popular y mediática política catalana. Decía tal que así, los especuladores han cercenado los mercados de la economía. Qué a gusto se quedó la buena señora. Pilar Rahola, como contertulia me agrada bastante, ahora bien, que no se meta en jardines de difícil salida por hablar de lo que al parecer desconoce a tenor de sus palabras. No voy a entrar en dilucidar la calidad literaria que la mencionada cita pudiera albergar, no obstante, sí me veo en la obligación de denunciar el tremendo vacío de semántica económica que la frase encierra. Pura y simple demagogia para la audiencia populista del programa.
Con ella, creo que la Sra. Rahola quiso decir que los inversores privados son los principales culpables, o más bien, pienso que para ella son los únicos culpables de esta profunda crisis económica. Y en mi humilde opinión se equivoca de cabo a rabo. Y que me disculpe si al mencionar la palabra rabo he podido herir su sensibilidad independentista catalana. A mi entender, esta crisis que padece el sistema capitalista de libre mercado que impera en Occidente, ha sido provocada por la incapacidad de la clase política gobernante de las principales economías del Primer Mundo, por no tener bien agarrado por las riendas al caballo de la iniciativa y el capital privado, brioso animal que desde su cuna es domado por su dueño, que son los grandes inversores. Y por qué esta laxitud a la hora de llevar las bridas de tamaño pura sangre? Porque la clase política gobernante ha cometido el error de quedarse tan solo en la supervisión y control de la economía de libre mercado, dejándole demasiada libertad de maniobra al capital privado, olvidándose de su obligación de sancionar las malas practicas financieras que se puedan detectar, para así evitar llegar hasta donde hemos llegado. Y por qué no sanciona si tiene medios para ello? Pues porque muchos integrantes de esa clase política gobernante de Occidente se han dejado querer por el cariño que, constantemente, les regalaban los grandes inversores, dueños de las grandes fortunas. Que a nadie se le olvide, y al que no lo sepa todavía que se entere, que quien más sale perdiendo en esta crisis es el Sector Público, que es de todos, mucho más que el Sector Privado, que es de unos pocos, porque el que corre el riesgo de invertir cien, es porque tiene otros cien a buen recaudo. Y un último matiz que ayudará a entender mejor mi postura, los inversores y los especuladores son primos hermanos, ya que invertir significa comprar algo porque sabemos que vamos a rentabilizar nuestra compra, que le vamos a ganar dinero a nuestro dinero, y tenemos esa seguridad porque antes hemos hecho un estudio sobre los posibles riesgos que puedan conllevar esa inversion. Nadie invierte por invertir si sabe que su inversión corre un elevado riesgo, no ya siquiera de no obtener ninguna rentabilidad, sino incluso de poder llegar a perder el dinero destinado a tal la inversión. Los especuladores son aquellos inversores que por su conocimiento del mercado, saben a ciencia cierta que van a ganarle dinero a su inversión.
Les ruego a los políticos incapaces de la izquierda, que por favor se borren de la academia de Economía donde estudió Zapatero, y abandonen ya el manido discurso demagogo con el que pretenden demonizar a los grandes inversores, para quedar ellos eximidos de su gran culpa. Debemos caminar hacia una política económica híbrida entre el intervencionismo keynesiano y el liberalismo económico, que consiga que ese caballo del capital privado no vuelva a desbocarse. Nos está costando Dios y ayuda recuperarnos de la caída, así que como no tomemos medidas drásticas que eviten un nuevo descalabro, la próxima toma de tierra que tengamos, no la contamos.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo en todo lo que dices. Creo que Pilar Rahola es una demagoga que conoce su trabajo de decir y no hacer nada ni aportar nada. Tan solo sabe comer la oreja de la gente que se adhiere a las buenas palabras pero que no ve ni los malos habitos ni la falta de contenido. Los políticos están atados a los mercados, no solo por lo que muy bien explicas, sino también porque la supervivencia de sus Partidos y por lo tanto de sus salarios, depende de los créditos que puedan obtener (para luego ser condonados) por las entidades bancarias y mercantiles que realmente gobiernan este y otros paises de nuestro entorno...Creo que el sistema que conocemos se está muriendo, no sé si será bueno o no que lo maten como lo estan matando, lo que si sé es que la gente de la calle no debería padecer las réplicas del asesinato... La culpa, claro está, de todos... Es la demostración palpable de que la Democracia no existe o que si existe realmente está fracasando... Un abrazo de Rafa Aldehuela

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