De la mar brava,
escapan gritos de socorro,
y a la mar se lanzan,
tres almas con arrojo.
En la mar brava,
inútil es la pólvora mojada,
solo valen los arrestos,
hijos de la nobleza llana.
A la mar brava,
los excesos de la noche,
sentencian el sinsentido,
y el pecado del derroche.
Y en la mar brava,
a la luz de la tiniebla,
tres almas nadan a tientas,
salvavidas que de miedo tiemblan.
La fiera tempestad,
que al acecho aguarda,
a sus negras fauces condena,
cuatro vidas por dos faltas.
En la serena tierra firme,
patria de conjuros y meigas,
tres viudas plácidas duermen,
ignorando el negro velo que espera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Desde luego, que se nota quien vale...
ResponderEliminarQuerido amigo estas muy desaprovechado, en el sitio que actualmente estás.
Ya es menester que se enteren de tu valia.
Algun dia te veré entre los premios "Planeta"
Un fuerte abrazo.
Tu ex compi y buen amigo JA Bcal.