lunes, 31 de enero de 2011

31 DIAS DE ENERO

Hoy termina el menos de enero, el de la temida cuesta, ese que convierte en papel mojado los efímeros buenos deseos e ilusionantes propósitos que nos regalamos indiscriminadamente cada Navidad, manidos fonemas que no volverán a salir de nuestros labios hasta la segunda quincena del próximo mes de diciembre, reos de un eterno retorno. Sí, hoy día 31 damos carpetazo a treinta y una jornadas en las que, los excesos cometidos durante la bacanal navideña, nos sentencian a apretarnos un cinturón cuya hevilla se ha quedado sin agujeros que perforar.
Se despide enero arrojando unos datos macroeconomicos que no invitan al optimismo ni al extremo del Alcoyano, aquel que sacaba los corners y corría con fé ciega a rematarlos. El paro alcanza ya una tasa que supera el 20%, casi 4,7 millones de españoles haciendo cola en las oficinas del INEM, el desempleo juvenil en el 43%, se empieza a hablar de "generación perdida" y de la posibilidad de que se reproduzca en nuestro país un nuevo mayo del 68. La tasa anual de inflación en el 3,3%, gracias en buena parte a la subida de la luz que nos ha echado por Reyes el ministro Sebastián, el euribor en el 1,55%, media mensual del diario que es el principal tipo referencial de bancos y cajas, y que se sitúa en su tope máximo desde junio de 2.009, encareciendo una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años firmada hace un año en casi 22 euros al mes, unos 264 euros al año. Y su cotización diaria ha cerrado hoy en 1,66%, luego la tendencia es a seguir creciendo y nos condena a que tengamos que pagar más por el dinero que un día pedimos prestado para cubrir una necesidad básica como es la vivienda. Y por si todo esto fuera poco, la crisis que se vive en Oriente Próximo no ayuda y provoca que el petroleo Brent empieza ya a coquetear con los 100 dolares el barril, lo cual a una economía tan dependiente del crudo como la nuestra le sienta muy pero que muy mal. Que no nos extrañe si el litro de gasolina llega a pagarse a 1,50 euros antes de Semana Santa. Coger el coche se va a convertir en una opción de ocio más del fin de semana como los precios de los carburantes sigan esta escalada.
Esta cruda realidad que nos azota, sin pudor está haciendo añicos el ya deteriorado estado del bienestar de los españoles, que asistimos con imperterrita resignación al espectaculo lamentable de comprobar en nuestra carnes cómo la pobreza campa a sus anchas, cosechando infames cotas que no deberia consentir una economía del primer mundo que llegó a situarse entre las ocho primeras del orbe, como es la vergüenza de tener 1,3 millones de familias en las que no trabaja ninguno de sus miembros, ni tan siquiera el cabeza de familia. Qué tragedia.
Pues bien, ante este bochornoso cuadro económico, cómo Zapatero tiene las agallas de decir este fin de semana en Zaragoza que lo importante es el futuro de España y no el del PSOE. Pretende con descarada desfachatez dar una imagen pública de estadista, de algo que ni ha sido, ni es ni será porque no tiene talla política para ello, precisamente porque su sectaria y sesgada concepción de la política y su anacrónica ideologia izquierdista, el mismo se llamó rojo, le incapacitan para tal empresa. Señor presidente, no me hable de futuro si no puede garantizar el presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario