domingo, 11 de noviembre de 2012

¿QUE ES UNA ZORRA?

La zorra es la hembra del zorro. Una verdad indubitable. Sin embargo, no me he sentado delante del teclado a las seis y veinte de la mañana para escribirles sobre una obviedad. Lo he hecho porque quisiera que reflexionaran conmigo tomando como punto de partida la siguiente pregunta. ¿Qué es una zorra?. Todavía existen hombres que no saben bien lo que es una zorra. 
Una zorra , queridos lectores, es la degeneración personal y social de la mujer. Desgraciadamente, cada vez son más, pareciera que se reprodujeran de manera exponencial, y le están comiendo el terreno a esa mujer independiente y superior de principios del siglo XXI. Cuando digo superior, me refiero a ese tipo de mujer capaz de deslumbrar por su actitud, corazón e intelecto al hombre que tenga la dicha de encontrársela en su camino. Las zorras son esa clase de mujer, por cierto la mayoría con muy poca clase, que se mueven por intereses, principalmente económicos, enfermas de una maldad que les envilece el alma, maestras en el arte de manipular, y algunas hasta crueles expertas en el maltrato psíquico de aquel integrante del género masculino que tiene la mala fortuna y la peor cabeza, de dejarse seducir por sus afinados cantos de sirena. Evidentemente, no todas son iguales, y su peligrosidad dependerá del nivel que tenga la arpía.
Una zorra cuando avista a un hombre que puede ser objeto de su interes, lo primero que hace es realizarle un rapido análisis de su imagen externa. Tipo de vestimenta, aspecto físico, y forma de comportarse del individuo a traves de su lenguaje corporal. Tras realizar este fugaz escaner en cuestión de segundos, si el resultado ha sido satisfactorio para los intereses de la "señora", la zorra pasa a ejecutar el segundo paso de su modus operandi, decidiendo comenzar un ritual de miradas, gestos y poses, para captar la atención de su presa. Como todavía ningún ser humano es capaz de leerle el pensamiento a otro, la gran mayoría de las veces la zorra se sale con la suya, el hombre acaba picando el anzuelo, y decide entonces aproximarse a la zorra para conocer a esa maravillosa mujer que no puede apartar la mirada de su ser.
A partir de este momento, me voy a referir a ese hombre con la palabra gallina.  La zorra ya tiene a su gallina de los huevos de oro, según cree ella, presa en su red. Dependerá de la experiencia y de la inteligencia de la gallina, el tiempo que pase embelesada por el humo cegador que irradian los hechizos de seducción de las zorras. 
Recordad, amigos lectores masculinos. Si no deseáis que os busquen la ruina de vuestro corral, procurad mantener bien alejadas a las zorras, si no queréis que os coman los huevos del gallinero. Pues muchos se creen que la zorra que tienen al lado, cuida y mima de sus huevos de oro, y no se percatan de que se los está merendando en sus narices, y como no despierten a tiempo, puede que esos huevos, ayer dorados de veinticuatro kilates, hoy hayan perdido todo su valor, y no valgan ni para venderlos al peso.
Ultimamente, no paro de mandar zorras a paseo. Como esta vida es para inteligentes, a ver si aprendo a disfrutar con ellas, y sólo lo hare cuando, tras haberlas calado, decida reirme de ellas un buen rato en sus morros. Antes de enviarlas a aquello que nos sale del cuerpo, cuando terminamos de hacer la digestión.

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