domingo, 28 de octubre de 2012

ANDALUCIA, IMPARABLE

En Andalucía, solaz cortijo regentado por el partido del puño y la rosa, que cada día que pasa aprieta menos y su flor cada vez perfuma peor, al paro no hay quien lo pare. Los escalofriantes datos de la E.P.A.  publicados el pasado viernes para proporcionarnos otra alegria más que poder festejar este fin de semana , elevando copas que llevaremos al encuentro de un sonoro brindis y que llenaremos con caldos  sufragados  con el dinero que ya destinaremos al pago de algún recibo devuelto, correspondientes al tercer trimestre de este nefasto 2012, muestran una tasa andaluza de desempleo que supera el 35%, llegando a colocar en las colas del INEM a más de 1.400.000 andaluces. Del total de empleos destruidos en el tercer trimestre del año en la mansa piel de toro que a duras penas sigue llamándose España, 85.000 desocupados mas, el 72% lo ha parido la impecable gestión del bipartito de San Telmo. Es decir, casi tres de cada cuatro nuevos parados españoles, elevó al cielo su primer llanto en suelo andaluz. Si la cosa sigue así, muy pronto habrá en Andalucía el mismo número de parados que de ocupados y alcanzaremos el Par Andaluz, que no tiene nada que ver con el PER andaluz, si bien este segundo será determinante a la hora de que el primero se haga funesta realidad, al haber sido clave en el fomento de la cultura del mínimo esfuerzo en los campos de mi Andalucía, la de barras de tabernas que se han mantenido firmes gracias a los apoyos de unos jornaleros que se invitaban a cañas con el dinero que cobraban para el cultivo de otro tipo de caña. Y que será perfecto estigma de identidad de toda una generación de gobernantes socialistas que han dado lo mejor de sí mismos, a lo largo de treinta años de régimen, para conseguir que la marca Andalucía sea algo de lo que todo andaluz pueda y deba sentirse avergonzado.
Curiosamente, la comunidad autónoma donde el verde ya no es un color de  tanta esperanza, ha sido donde más se ha reducido el paro. Aguirre se fue por la puerta grande, como buena aficionada que es a la fiesta nacional, dejándole los deberes hechos a su delfín, como solo pueden hacer los profesionales de la gestión pública. Allá cada cual con la versión de los hechos que quiera pensar, y yo, como cualquier hijo de vecino,  también tengo mi teoría, y pienso que nos dijo adiós porque sintonizar con La Moncloa era ya un imposible para los principios y valores ideológicos de una señora politica que se viste por los pies, y  casi siempre con muy buen gusto, dicho sea de paso. Ni corta ni jamás perezosa, ha decidido volver a ocupar su plaza de funcionaria en el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, donde seguirá aplicando su legendario lema del "pico y pala". A fe mía, que el Ministro Soria la tendrá que escuchar mucho más de lo que a él le placería.

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