sábado, 13 de octubre de 2012

POR QUE NO TE CAES?

Nada más concluir el desfile militar con motivo del Día de la Hispanidad, que siempre procuro perderme porque no puedo con tanto entretenimiento, su Majestad El Rey, con la firmeza en el andar que pueda lucir todo un plusmarquista en operaciones de cadera, se fue directo para el presidente Rajoy a quién, con su bobalicona sonrisa habitual, le comentó, ante la atónita mirada del ministro de Defensa y el pétreo rostro del Príncipe, testigos ambos de la excepcional borbonada, que lo del ministro Wert había estado muy mal. La cara de Mariano era todo un poema, pues le costaba dar crédito a lo que sus oídos estaban escuchando de boca del Jefe del Estado..Español. Y cuando la prensa le preguntó al respecto, los mandó a todos a tomar jamón. Pues váyase usted a tomar fanta, pensaría alguno de los periodistas allí acreditados. A pocos metros de distancia, Rubalcaba se frotaba las manos ante el capote que le echaba Don Juan Carlos, apoyando la reprobación del minitro de Educación que exigieron ellos en el Congreso. Todo vale y todo sea por echar a Mariano de La Moncloa.
Que el Rey reproche a un miembro del Gobierno por un simple y anecdótico defecto de forma en su discurso, situándose así al lado de los nacionalistas, al ofrecerles en bandeja de plata un nuevo argumento más para alimentar y avivar el fuego del odio de su interesado victimismo, es un craso error que la máxima autoridad del Estado ni puede ni debe cometer. Con estas palabras, en lugar de contribuir a la estabilidad del Estado, lo que hace es desestabilizar aún más, incumpliendo así una de las obligaciones de La Corona, que recoge La Carta Magna, una Constitución que ya no respeta ni el Rey. Está demostrando ser un patán en toda la extensión de la palabra, pues hasta con la lengua patina. Con esta actitud, el Monarca escupe hacia arriba. De continuar así, puede que Felipe VI jamás llegue a reinar, dineral que nos ahorraremos todos los españoles. Que no se preocupen las fans de Don Felipe y Doña Leti, pues no les faltarán portadas en la prensa del corazón para llenar la despensa. 
Gracias a esta gracia real, los catalanistas podrán seguir sacando punta política a esta mina que no debería dar ni para cinco minutos de conversación.Y cuando se les critique la persistencia, tendrán como coartada el aval del Rey para seguir haciendo que la mula vuelva al trigo. Don Juan Carlos ha prestado grandes servicios al pueblo español, y será recordado sobre todo por haber apadrinado la Transición, permitiendo con ello que en España pudieramos pasar de la dictadura a la democracia sin que se derramara ni una sola gota de sangre, con la triste excepción del crímen de los abogados de Atocha. Dijo Franco que con el Rey lo dejaba todo "atado, y bien atado". Le salío rana el delfín, y a buen seguro que por culpa de esa deslealtad, el dictador de El Ferrol lleva casi cuarenta años revolviéndose en su tumba. Tampoco hay que olvidar en el haber del monarca la destreza con la que supo frenar el golpe de estado la noche del 23 de febrero de 1.981. Si los golpistas hubieran triunfado, habrían echado por tierra todo el esfuerzo realizado por instaurar en España un régimen democrático, y habríamos vuelto allí donde nunca debimos estar.
Por todo ello, eternamente agradecido a Su Majestad. Ahora bien, el tiempo no perdona y a todos nos pasa factura, y este señor, a sus 74 primaveras, debería estar en otros quehaceres en los que pudiera dar rienda suelta a toda esa campechanía de la que gusta alardear, sin que a nadie le moleste y sin hacer más leña del caído arbol institucional. Con la de nietos que tiene, y la cantidad de cortesanas que ha conseguido recabar a lo largo de su reinado, no se iba a aburrir. Y hablando de caídas, debería caerse más a menudo, ya que cuando está convaleciente, no habla, para tranquilidad de todos, ya que últimamente no ganamos para disgustos con esta familia real, cuya caricaturesca imagen parece sacada de una viñeta de comic.

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