lunes, 5 de noviembre de 2012

MAQUINAS PARECEN, ROBOTS NO SON

Del cielo aborregado que cubría la primera hora de la sobremesa del sábado, cayó sobre el tapete de La Rosaleda un rayo procedente de Vallecas, partiendo en dos la pizarra chilena del Ingeniero Pellegrini. Y dos fueron los goles que un certero Pitti logró materializar en la red que tan bien suele defender el arquero Caballero. No supo el Málaga meterle mano al cuadro vallecano en los noventa minutos más la prolongación que duró el encuentro, con la única excepción del "flequillazo" de Martín Demichelis que supuso el estreno del casillero malaguista. Después de aquella efímera alegría, la nada. Los jugadores, que son personas antes que profesionales del balompié, tienen su coranzocito y éste, en los últimos días, no para de llorar por las esquinas el desden que su encomiable y meritoria entrega recibe desde la exótica Qatar. El jeque va camino de convertirse en jaca, y la plantilla empieza a estar harta de batirse el cobre por un caballo, a priori ganador, que cada día que pasa destiñe más de color. Como se dice por estos lares, equino de oro del que cagó el moro. Con tal sombrío panorama, a juego con el desapacible tiempo que acompañó la derrota, el adverso resultado cosechado a pocos pilló de sorpresa. Estaba claro como el agua que mas tarde cayó a manta, que los malaguistas no ibamos a irnos de La Rosaleda al filo de las seis de la tarde con el acostumbrado y dulce regusto a contudente victoria. También pudo pesar, más en las mentes que en las botas, la crucial cita de mañana martes en San Siro. Un punto nos clasifica virtualmente para la gloria de los octavos de final de la Champions. Ojalá la gracia de los Dioses del Olimpo balompédico nos conceda tamaña dicha. 
Cambiando de tercio, en la capital de Vizcaya, el Unicaja de "Brazos en Jarra" Repesa, se llevó un frío baño de humildad, de esos que son tan necesarios para que las suelas no se eleven demasiado del parquet. Un solo pivot del Bilbao Basket, apellidado Hamilton, sumó más puntos de valoración, 22, como cantaban con todo el gracejo malagueño aquel entrañable Duo Sacapuntas; que toda la batería de hombres altos que pueblan el juego interior cajista. El repoker formado por Lima, Gist, Zoric, Vazquez y Perovic, el día que cuelguen las botas, tienen retiro asegurado en cualquier convento como madres superioras. Porque eso fueron para el pivot americano del Bilbao, unas autenticas madres que acogieron en su seno el gran juego cuajado de intensidad física desplegado por el center del equipo rival, con todo el amor que pudieron ofrecerle en su maternal regazo. Del naufragio de Miribilla el único que pudo ganarse la condición de superviviente fue el simpar Marcus Williams, capaz de pasar de lo mejor a lo peor en cuestión de un par de jugadas. Para finiquitar, escuece que un rival directo en la lucha por acabar como cabeza de serie para la disputa de los play off por el título, al finalizar la fase regular, te pinte la cara con 17 puntos de color a su favor, aunque sea en su feudo, pista por cierto siempre complicada, juegue de rival el equipo que juegue. Qué lástima que ningún fotografo pudiera captar el careto con el que Jasmín atravesó la puerta del vestuario visitante tras la dolorosa derrota. Ese rostro hubiera inspirado más máscaras de Halloween, que muchos de los personajes que han protagonizado los grandes clasicos del cine de terror. Por la ausencia de documento grafico, Wes Craven se ha perdido un filón de infinita inspiración.

1 comentario:

  1. Y encima el jeque se va a Milan a comprar acciones de este equipo pero este jeque de que va, como decian en madrid en el verano, de jeque a jaca, jajajajajaja, al final van a tener razon.

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